Las parejas serodiscordantes -un miembro de la pareja seropositivo y el otro no- para el virus del SIDA (VIH) y el virus de la Hepatitis (VHC), debido a su patología, deben mantener relaciones sexuales con protección (preservativo) para evitar de esta forma el contagio de la enfermedad a su cónyuge, por lo que los deseos reproductivos en este tipo de parejas están comprometidos.

Hoy en día es posible determinar cualitativa y cuantitativamente la presencia de virus tanto del VIH como del VHC en muestras seminales de varones portadores, mediante el empleo de técnicas moleculares. Este tipo de técnicas se desarrollan en laboratorios de análisis clínicos muy especializados, los cuales nos informan con un alto grado de fiabilidad de la presencia o no de estos virus, y por tanto de la posibilidad de contagio tanto al cónyuge como a la descendencia.

La muestra de semen es sometida a un “doble lavado” que va a posibilitar la práctica eliminación de la presencia de virus. Posteriormente, esta muestra se fracciona en dos, una para analizar molecularmente la presencia de virus, mientras que la otra fracción se criopreserva para posterior uso en reproducción Asistida. Si la muestra de semen no presenta partículas víricas ni ADN proviral, se puede emplear dicha muestra para conseguir la gestación en la mujer.